Los parásitos son los cuasantes en muchas ocasiones de la muerte de las tortugas; se instalan en su intestino y debilitan al animal hasta tal punto que deja de comer, se agota y muere. Para mantener este problema a raya, el mejor remedio es
desparasitarla cada cierto tiempo, con un programa adecuado que te recetará el veterinario.
Cuando una tortuga esta infestada de
parásitos existen ciertas
señales características entre las que se encuentran estreñimiento, heces poco consistentes, inactividad e inapetencia, o anomalías en el peso.
Los
parásitos internos que afectan a los reptiles comprenden protozoarios, cestodes, trematodes, acantocéfalos, nematodes, pentastómidos, mientras que entre los
parásitos externos encontraríamos los ácaros, garrapatas y algunos casos de infestación por larvas de dípteros. Poseen
ciclos biológicos muy complejos, y en algunos casos el ser humano interviene en la cadena del parásito y lo convertirá en un hospedador accidental.