Cómo rehidratar a nuestro reptil doméstico


  • Ofrecer agua o una solución de sales de rehidratación para niños.
  • Utiliza una jeringa que te permita medir exactamente la cantidad de líquido que le estás dando. 
  • Es importante aportarle los líquidos lentamente, pues un volumen demasiado grande puede ser tan nocivo como la falta de ellos. El estómago, el sistema circulatorio y los riñones están capacitados para manejar un determinado volumen de líquidos que no debe excederse. 
  • Pregunta al veterinario cuánta agua debes darle en 24 horas y distribuye la cantidad en la forma más pareja posible en ese lapso. Generalmente se indica un 2% del peso corporal por día (por ejemplo: un lagarto de 100 gramos debería recibir 2 ml y uno de 1 kg debería recibir 20 ml por día). 
  • La manera de ofrecer el agua a tu mascota es colocar unas gotas sobre el morro y esperar a que las lama con su lengua. Si lo hace puedes poner más gotas directamente en su boca mientras siga tragándolas. 
  • Si no quiere beber de esta manera, tendrás que administrársela a la fuerza. Para esto es mejor si alguien te ayuda a sostenerla firmemente. Ábrele la boca tirando de la piel bajo la quijada y coloca un pequeño volumen de agua en ella, evitando que el líquido se caiga o que baje directamente por su garganta, pues puede ahogarse. Luego deja que cierre la boca y observa si traga. Puedes ayudarla palmeando su cabeza o acariciando la piel bajo su garganta. Continúa hasta que haya tomado todo el líquido necesario. 
  • Si no logras que tome agua de ninguna manera, puedes pedir a tu veterinario que te enseñe a colocar un tubo nasogástrico y administrarle agua y comida a través de él. Es un procedimiento que requiere cierta práctica, pero puedes aprender a usarlo.

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