La alimentación de la iguana

La iguana es un animal esencialmente vegetariano .
La mayoría de los veterinarios piensan que los iguanas no necesitan la proteína animal en sus dietas.  La iguana requiere una dieta que sea alta en calcio, baja en fósforo, y contenga la vitamina D3.

Existen granulados que se pueden comprar en tiendas de animales que poseen una buena proporción de calcio y de fósforo.
Su dieta debe incluir gran variedad de verduras y frutas, como albahaca, acelga, hojas de parra (seleccionadas) , zapallito,  remolacha, batata, zanahoria, alfalfa remojada, banana, pera, manzana,  damasco, frutillas,etc. Ocasionalmente se le puede ofrecer escarola,  espinaca, brotes de soja, pepino, ciruela, huevo duro, pasta o queso. No debe comer lechuga, ya que le aporta muy poco y puede dañarle el metabolismo.
Las iguanas jóvenes pueden comer insectos como grillos o cucarachas, todos ellos de criadero, ya que los que encontramos en las casas o en la calle pueden tener residuos de veneno.
La iguana, al ser diurna, se alimenta durante el día, preferentemente por la mañana, para tener una mejor digestión. Su temperatura corporal debe estar alrededor de los 32°C para una digestión óptima. La frecuencia de las comidas es diaria para las crías y puede bajarse a cada dos días para los adultos. El alimento debe serle servida en una recipiente cortada en pequeños pedazos.
El agua debe cambiarse diariamente. Las iguanas se acostumbran a beber de un recipiente, bajo y de tamaño suficiente como para permitir que el animal se bañe en él. Si el animal no está acostumbrado a este sistema debe proporcionársele un sistema de goteo que deje caer agua sobre hojas y ramas, desde donde la beberá.

Tener una iguana como mascota

Las iguanas son reptiles que se adaptan muy bien como mascotas. Se conforman con poco en los hogares. Crecen a una gran velocidad y el cuidado indebido de estos animales puede causar infecciones en el animal que pueden acabar con su vida. Tienen una rápida adaptación al la vida con el ser humano y no son en ningún momento un peligro para el ser humano.Si queremos llegar a tener muy buena relación con ellas desde pequeñas hay que acostumbrarlas a tus manos, acariciándolas para evitar que muerdan. No dejarlas nunca sueltas cuando tu no estés en casa, pero sí dejarlas andar libremente cuando puedas vigilarlas.
Lamentablemente los ataques pueden ser muy frecuentes, principalmente  por la falta de contacto con nuestra mascota. Esto hace que ella desconfié de nosotros y nos vea como un peligro para ella.La segunda causa,  tiene relación con la época de reproducción: las hembras durante la puesta de huevos que es desde enero a marzo; los machos, durante el otoño que es  la época en la que luchan por su territorio y son mucho más agresivos.Hay prestar mucha atención a todos los movimientos, si tiene las pupilas contraídas y mueve la cabeza de abajo a arriba, como diciendo que sí, posiblemente se está preparando para atacar ante una intromisión en su territorio, deberemos estar siempre  muy atentos al movimiento de la cola, puesto que es su principal arma de defensa.Necesita de un dueño responsable, recuerda que , aunque todavía no está en vía de extinción, si está amenazada.

Las serpientes domésticas más comunes

Una de las serpientes más comunes para utilizarlas de mascotas son las boas constrictoras ya que son dóciles y fáciles de alimentar.Otras de las serpientes habituales son: la serpiente amarilla, serpiente gris, Pitón bola, Pitón reticulada y Pitón burmés.
Lo ideal es adquirir un ejemplar nacido ya en cautiverio ya que están más acostumbras al hombre y son más dóciles.

La alimentación de las serpientes

Primero hay que documentarnos exactamente cuál es la mejor dieta para nuestra serpiente ya que,dependiendo de la especie , la alimentación puede variar.
Su alimentación se basa en comer otros animales, por lo cual puede ser complicado conseguirles comida: algunos insectos, pequeños mamíferos o aves.
Las serpientes jóvenes tienden a alimentarse de ratones recién nacidos congelados. Cuando el tamaño de la serpiente se va incrementando, la presa deberá ser también mayor. Entre los tipos de alimentos se incluyen: ratones, hamsters, jerbos, conejos e incluso gallinas, siempre dependiendo del tamaño del reptil.
Siempre es conveniente dar a las serpientes en cautiverio este tipo de animales muertos.
Para las serpientes más comunes en cautiverio, debe dárseles de comer cuando están en desarrollo uno o dos ratones cada 7 u 8 días. El tamaño de la presa debe ser proporcional al tamaño de nuestra serpiente. Ahora bien, para las adultas, hay autores que señalan que deben comer una rata cada 10 ó 15 días, dependiendo también de su ciclo de defecación. Sin embargo, es necesario cambiar su agua regularmente.
La mayoría de las serpientes son de hábitos nocturnos lo que implica que entren en actividad al caer la tarde. Por ello, darles de comer entre las 18:00 horas y las 22:00 hrs.
Es preferible no alimentar a la serpiente dentro de su terrario. Esto hará que su serpiente estando en el terrario, no relacione la hora de la comida con su mano que busca manipularla.
La mayoría de las serpientes son muy violentas a la hora de comer, por lo tanto es mejor ofrecerles las presas con pinzas y no directamente con la mano.
Si se tienen dos o más serpientes en un mismo terrario, cosa que no es muy recomendable, hay que alimentarlas por separado.

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