Si tu iguana presenta coloraciones marrones o negruzcas pueden ser consecuencia de temperaturas ambientales demasiado altas o demasiado bajas, de una excesiva exposición a los rayos ultravioletas o de intoxicaciones alimentarías.
Es necesario realizar cambios y consultar al veterinario si la situación no se normaliza en pocos días.
En una iguana joven, las variaciones de color que tienden al amarillo ocre no es buena señal y se debe a graves problemas de salud, como intoxicaciones, anemias, etc.