Los
killis son peces son peces recomendados para principiantes. Además, su
reproducción resulta bastante
sencilla.
El cuerpo de la mayoría de los killis tiene forma cilíndrica y mide entre 3 y 7 centímetros, aunque también hay especies de menor y mayor tamaño.
Los
machos son más grandes que las
hembras y lucen colores fuertes y brillantes, mientras que ellas, de menor tamaño, lucen colores más pálidos y apagados.
Los killis suelen vivir en pequeñas poblaciones compuestas por varias hembras y un macho dominante que no permite la presencia de otros machos que puedan convertirse en su competencia.
Los killis no necesitan acuarios de grandes dimensiones, un volumen de
10 ó 15 litros es suficiente para una pareja o un trío. Es aconsejable que esté provisto de una tapa, sobre todo en el caso de las especies saltarinas. Se pueden incluir algunos
troncos y plantas acuáticas que sirvan de refugio.
El acuario debe estar dotado de una
lámpara fluorescente y un
filtro de caja. La temperatura del acuario debe mantenerse entre los 18º y los 26ºC; el Ph debe ser más bien neutro, entre 5.5 y 7, y la dureza alrededor de los 8 dH.
Para un buen mantenimiento de los killis es necesario
cambiar el agua habitualmente para reducir los residuos y bacterias.
Estos peces son predominantemente
insectívoros. Deben tener una alimentación muy variada y lo mejor es proporcionársela
viva.
Es muy difícil encontrar estos peces a la venta en tiendas. Lo más habitual es obtenerlos gracias al intercambio entre aficionados o por medio de asociaciones como la
Sociedad Española de Killis.