Las iguanas son animales de sangre fría o exotérmico. Esto quiere decir que necesitan el calor para poder desarrollarse, ya que no producen su propio calor para su metabolismo, sino que lo reciben del ambiente que los rodea. También lo necesitan para digerir la comida que consumen y luchar contra las enfermedades.
El calor activa las bacterias que las iguanas tienen en el estómago e intestino y a su vez consumen la parte fibrosa de los vegetales, lo que ayuda a la iguana a digerir estos nutrientes mas fácilmente.
El flujo de sangre a la piel se regula, aumentando la pérdida por calor o la absorción. Las iguanas también pueden autorregular su temperatura corporal conforme se meven en sectores con altas y bajas temperaturas según su cuerpo se lo exige va pidiendo, buscan el sol o la sombra. El ambiente en el que tengas a la iguana debe mantener una temperatura aproximada o superior a los (30 grados °C), pero también debe tener una área para refrescarse.
Cuidados de la Pitón Bola
Su nombre viene por su comportamiento de defensa, ya que, ante las amenazas, esta pitón reacciona enroscándose en forma de bola y escondiendo la cabeza entre sus anillos.
La pitón bola tiene su origen en la zona occidental del continente africano.
No tiene un gran tamaño, cuando es adulto su longitud oscila entre 1,30-1,50 m y su peso puede ser superior a 1,5 kg. Los machos suelen ser más pequeños que las hembras. Ambos sexos se caracterizan por tener un cuerpo corto pero de musculatura fuerte.
Su hermoso aspecto está marcado por diferentes patrones de atractivos colores.
Suele tener un carácter inofensivo y poco agresivo. Estas características y su buena adaptación a la cautividad la convierten en una de las pitones más habituales y deseadas como animal doméstico.
Pueden vivir entre 20 y 30 años. Durante la muda de la piel, que dura de una a dos semanas, el aspecto de la pitón bola se altera. Sus ojos se vuelven más opacos y su piel adquiere un aspecto más apagado. Hasta que termina el proceso no recuperará su apariencia normal ni el apetito.
En cuanto al terrario, será suficiente uno de tamaño de 100 x 50 x 50 cm. para un adulto y de 80 x 50 x 50 cm para una pitón bola joven. Un terrario semi-tropical es el ideal para simular el clima de su lugar de origen. La humedad relativa debe mantenerse entre 60-90% para evitar problemas con la muda, para ello se rocía con agua 2 o 3 veces por semana. La temperatura diurna debe oscilar entre 26 y 32º mientras que la nocturna hay que bajarla a 24º. Las placas térmicas de cerámica, focos de luz o infrarrojos ayudarán a conseguir las condiciones óptimas.
La ventilación es importante pero hay que evitar las corrientes de aire. Respecto a la iluminación, al tratarse de una especie nocturna con vista infrarroja, basta con que el terrario esté en un espacio con una ventana o se pueden utilizar lámparas especiales para estos animales.
Disponer en una zona fresca una cubeta con agua tibia del tamaño suficiente para que la pitón pueda bañarse además de beber.
La pitón bola adulta come principalmente pequeños ratones, con uno a la semana bastará. Hay que tener en cuenta que en la época de muda no querrá comida y no hay que forzarle.
Conviene desparasitarla 2 veces al año. También pueden presentar otros problemas como estomatitis o infección de boca, neumonía o una mala muda.
Permite ser manipulada fácilmente cuando se ha acostumbrado a su ambiente. A pesar de ser mansa, los movimientos bruscos o un agobio excesivo pueden ponerla nerviosa. Se debe coger por el centro del cuerpo de forma suave pero firme. Conforme adquiera confianza con el dueño el animal será irá volviendo menos huidizo. En caso de que se enrosque con fuerza al cuello o a alguna extremidad, se debe mantener la calma y desenroscarla con cuidado.
La pitón bola tiene su origen en la zona occidental del continente africano.
No tiene un gran tamaño, cuando es adulto su longitud oscila entre 1,30-1,50 m y su peso puede ser superior a 1,5 kg. Los machos suelen ser más pequeños que las hembras. Ambos sexos se caracterizan por tener un cuerpo corto pero de musculatura fuerte.
Su hermoso aspecto está marcado por diferentes patrones de atractivos colores.
Suele tener un carácter inofensivo y poco agresivo. Estas características y su buena adaptación a la cautividad la convierten en una de las pitones más habituales y deseadas como animal doméstico.
Pueden vivir entre 20 y 30 años. Durante la muda de la piel, que dura de una a dos semanas, el aspecto de la pitón bola se altera. Sus ojos se vuelven más opacos y su piel adquiere un aspecto más apagado. Hasta que termina el proceso no recuperará su apariencia normal ni el apetito.
En cuanto al terrario, será suficiente uno de tamaño de 100 x 50 x 50 cm. para un adulto y de 80 x 50 x 50 cm para una pitón bola joven. Un terrario semi-tropical es el ideal para simular el clima de su lugar de origen. La humedad relativa debe mantenerse entre 60-90% para evitar problemas con la muda, para ello se rocía con agua 2 o 3 veces por semana. La temperatura diurna debe oscilar entre 26 y 32º mientras que la nocturna hay que bajarla a 24º. Las placas térmicas de cerámica, focos de luz o infrarrojos ayudarán a conseguir las condiciones óptimas.
La ventilación es importante pero hay que evitar las corrientes de aire. Respecto a la iluminación, al tratarse de una especie nocturna con vista infrarroja, basta con que el terrario esté en un espacio con una ventana o se pueden utilizar lámparas especiales para estos animales.
Disponer en una zona fresca una cubeta con agua tibia del tamaño suficiente para que la pitón pueda bañarse además de beber.
La pitón bola adulta come principalmente pequeños ratones, con uno a la semana bastará. Hay que tener en cuenta que en la época de muda no querrá comida y no hay que forzarle.
Conviene desparasitarla 2 veces al año. También pueden presentar otros problemas como estomatitis o infección de boca, neumonía o una mala muda.
Permite ser manipulada fácilmente cuando se ha acostumbrado a su ambiente. A pesar de ser mansa, los movimientos bruscos o un agobio excesivo pueden ponerla nerviosa. Se debe coger por el centro del cuerpo de forma suave pero firme. Conforme adquiera confianza con el dueño el animal será irá volviendo menos huidizo. En caso de que se enrosque con fuerza al cuello o a alguna extremidad, se debe mantener la calma y desenroscarla con cuidado.
Consejos para cuidar serpientes de gran tamaño
La higiene y la alimentación son dos aspectos claves para el buen cuidados de estas serpientes.
- Es fundamental ser meticulosos con la higiene del lugar dónde vayan a estar estas serpientes, además de realizar desinfecciones periódicas y colocar sustratos muy absorbentes para evitar la formación de hongos y otras bacterias. Cuidar la higiene va a prevenir de muchas enfermedades y le va a dotar de una excelente salud. Tendremos que disponer de un lugar adecuado, un terrario es un espacio pequeño para estas serpientes, pudiéndole crear problemas de piel y de carácter respiratorio.
- La alimentación es muy importante pues el apetito es un indicativo de salud. Es conveniente alimentarle cada 10-15 días, con el objetivo de tenerle chequeado durante ese periodo de tiempo. Si no come durante un tiempo, será un síntoma de que el estado de salud no es el adecuado y habrá que llevarle al veterinario. Dándole presa viva favorecemos su instinto depredador, con lo que tenderán a atacarnos si nos acercamos (normalmente a las manos, cuando intentamos manipularlas), pudiendo llegar a ser agresivas. Es mejor que ingieran presa muerta o alimento congelado, porque además de ser una manera mucho más higiénica y fácil de mantener el alimento en la nevera o el congelador, conseguiremos serpientes más dóciles.
¿Son cariñosas las serpientes?
No es factible que una persona llegue a establecer una relación bilateral con una serpiente. No hay que humanizarlas. Las serpientes son animales salvajes y no animales mimosos ni de compañía.
Lo mismo sucede con las iguanas o los peces, no demuestran o expresan alguna forma de cariño hacia los humanos. Una serpiente o una iguana nunca se pondrá feliz porque tu llegues o la manipules.
Lo mismo sucede con las iguanas o los peces, no demuestran o expresan alguna forma de cariño hacia los humanos. Una serpiente o una iguana nunca se pondrá feliz porque tu llegues o la manipules.
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