Aunque, como mascota, la tortuga no necesite hibernar, ella puede optar por hacerlo.
Con el final del otoño y la disminución de la intensidad de la luz, la tortuga baja poco a poco su nivel de actividad, quedándose por más tiempo en su refugio y en los locales más oscuros con su cabecita erguida. Su apetito empieza bajando poco a poco, hasta que por fin desaparece por completo. Si no se toman las precauciones necesarias, el animal puede morir con facilidad durante este período:
- Antes de que llegue la temporada de frío , habrá que suministrar al reptil cantidades extra de Vitamina A, puesto que durante el letargo la consume en grandes cantidades.
- Deberás desconectar el calentamiento y la iluminación del acuario. No desconectes el filtro y la ventilación, lo que podría deteriorar las condiciones de vida de tu tortuga. Mantiene la temperatura del agua debajo de los 18º C por algunos días, hasta que la tortuga se presente prácticamente sin actividad.