El terrario de las ranas

Los terrarios proporcionan un ambiente natural para las ranas en cautiverio, a la vez que nos permiten observar su comportamiento sin molestarlas. El objetivo es imitar de la mejor manera el hábitat natural donde se desarrolla cada especie.

Generalmente los terrarios para ranas suelen estar hechos de cristal . La medida mínima para un terrario de rana es de uno 80 litros, aunque debemos decir que mientras más grande sea el terrario, más ranas podremos introducir en él. Los terrarios, además de tener plantas, troncos y todo tipo de elementos que simulen el ambiente natural de las ranas, también deberemos tener un sector dirigido al agua, para que las mismas puedan nadar .Para las ranas que requieren un ambiente húmedo es necesario disponer un sitio del estanque con bastante agua.
Luego instalamos un equipo de filtro, los accesorios, ramas y escondites para la rana, plantas, y demás elementos que estimemos necesarios. Por último, nos aseguramos que la parte superior del terrario cuente con una tapa que permita evitar cualquier escape, pero que a la vez le proporcione una buena ventilación.

La rana como mascota

El carácter de las ranas  es bastante tranquilo, aunque no dudarán en defenderse si se sienten amenazadas, por eso es importante dejarlas tranquilas y no andar molestándolas ni sacándolas de su hábitat permanentemente ya que esto las suele poner muy nerviosas. Siempre es mejor contar con un previo asesoramiento acerca del cuidado y mantenimiento de una rana, ya que las mismas son salvajes por naturaleza, y mantenerlas dentro de un terrario para ranas puede ser una difícil tarea. 

Las ranas son animales a quienes les gusta estar en libertad y es muy común que si se sienten atrapadas en cautiverios, dejen de comer, de hidratarse y se pongan muy apáticas al punto de deprimirse. Las ranas se encuentran en vías de extinción. Es por ello que al tener una rana estamos adquiriendo una gran responsabilidad en cuanto al cuidado de su salud y bienestar. Teniendo a estos pequeños animalitos en cautiverio y con los cuidados adecuados, podemos lograr que viva de cuatro a quince años.

La alimentación del Camaleón

Básicamente, los camaleones comen sólo insectos, y son atraídos por el movimiento de sus presas.  El alimento vivo que podemos encontrar a la venta incluye una creciente variedad de presas vivas tales como grillos, gusanos de seda, langostas y saltamontes, cucarachas, larvas de zophobas, larvas de tenebrios, gusanos de cera, moscas de la fruta, del vinagre (utilizadas para camaleones enanos o para las crías en sus primeros días de vida). 

El tamaño de la presa debe ser proporcional al tamaño del camaleón, no más grande que la longitud de la cabeza del camaleón.

 Las mejores horas para alimentar a los camaleones son a media mañana, cuando el camaleón ya ha adquirido su temperatura corporal óptima y tiene mucho tiempo por delante para hacer una correcta digestión.
Los camaleones comen diariamente, con un día de ayuno por semana.

Cómo domesticar a un Camaleón

Por lo general, son poco sociables con las personas, y se estresan si se los toca demasiado. .

No son como un perro o un gato al que se puede estar cogiendo constantemente. Un camaleón es  para observarlo y cogerlo de vez en cuando.
Para conseguir que tu camaleón se acostumbre a ti, no debes molestarlo ni tocarlo en exceso, pero sí regularmente. Puedes darle algo de comida directamente con la mano, para que vaya cogiendo confianza .
Es importante que no lo fuerces a hacer algo que no quiera. No lo saques del terrario si notas que se asusta ni intentes levantarlo hasta que se sienta seguro. Cuando te permita tocarlo, frota suavemente su barbilla con tu dedo y prueba a ver si quiere trepar a tu mano. Para las primeras veces, ponte un guante y ponle una rama para que se pose y así lo puedas sacar el terrario.