Tener una iguana como mascota

Las iguanas son reptiles que se adaptan muy bien como mascotas. Se conforman con poco en los hogares. Crecen a una gran velocidad y el cuidado indebido de estos animales puede causar infecciones en el animal que pueden acabar con su vida. Tienen una rápida adaptación al la vida con el ser humano y no son en ningún momento un peligro para el ser humano.Si queremos llegar a tener muy buena relación con ellas desde pequeñas hay que acostumbrarlas a tus manos, acariciándolas para evitar que muerdan. No dejarlas nunca sueltas cuando tu no estés en casa, pero sí dejarlas andar libremente cuando puedas vigilarlas.
Lamentablemente los ataques pueden ser muy frecuentes, principalmente  por la falta de contacto con nuestra mascota. Esto hace que ella desconfié de nosotros y nos vea como un peligro para ella.La segunda causa,  tiene relación con la época de reproducción: las hembras durante la puesta de huevos que es desde enero a marzo; los machos, durante el otoño que es  la época en la que luchan por su territorio y son mucho más agresivos.Hay prestar mucha atención a todos los movimientos, si tiene las pupilas contraídas y mueve la cabeza de abajo a arriba, como diciendo que sí, posiblemente se está preparando para atacar ante una intromisión en su territorio, deberemos estar siempre  muy atentos al movimiento de la cola, puesto que es su principal arma de defensa.Necesita de un dueño responsable, recuerda que , aunque todavía no está en vía de extinción, si está amenazada.

Las serpientes domésticas más comunes

Una de las serpientes más comunes para utilizarlas de mascotas son las boas constrictoras ya que son dóciles y fáciles de alimentar.Otras de las serpientes habituales son: la serpiente amarilla, serpiente gris, Pitón bola, Pitón reticulada y Pitón burmés.
Lo ideal es adquirir un ejemplar nacido ya en cautiverio ya que están más acostumbras al hombre y son más dóciles.

La alimentación de las serpientes

Primero hay que documentarnos exactamente cuál es la mejor dieta para nuestra serpiente ya que,dependiendo de la especie , la alimentación puede variar.
Su alimentación se basa en comer otros animales, por lo cual puede ser complicado conseguirles comida: algunos insectos, pequeños mamíferos o aves.
Las serpientes jóvenes tienden a alimentarse de ratones recién nacidos congelados. Cuando el tamaño de la serpiente se va incrementando, la presa deberá ser también mayor. Entre los tipos de alimentos se incluyen: ratones, hamsters, jerbos, conejos e incluso gallinas, siempre dependiendo del tamaño del reptil.
Siempre es conveniente dar a las serpientes en cautiverio este tipo de animales muertos.
Para las serpientes más comunes en cautiverio, debe dárseles de comer cuando están en desarrollo uno o dos ratones cada 7 u 8 días. El tamaño de la presa debe ser proporcional al tamaño de nuestra serpiente. Ahora bien, para las adultas, hay autores que señalan que deben comer una rata cada 10 ó 15 días, dependiendo también de su ciclo de defecación. Sin embargo, es necesario cambiar su agua regularmente.
La mayoría de las serpientes son de hábitos nocturnos lo que implica que entren en actividad al caer la tarde. Por ello, darles de comer entre las 18:00 horas y las 22:00 hrs.
Es preferible no alimentar a la serpiente dentro de su terrario. Esto hará que su serpiente estando en el terrario, no relacione la hora de la comida con su mano que busca manipularla.
La mayoría de las serpientes son muy violentas a la hora de comer, por lo tanto es mejor ofrecerles las presas con pinzas y no directamente con la mano.
Si se tienen dos o más serpientes en un mismo terrario, cosa que no es muy recomendable, hay que alimentarlas por separado.

El terrario para las sepientes

El terrario debe ser un microhábitat representativo del hábitat donde habita naturalmente nuestra serpiente. El tamaño del terrario dependerá específicamente del tamaño de la serpiente que tengamos.
Tiene que ser un habitáculo seguro, que no pueda escapar.Si hay niños pequeños o personas no aptas para manejar serpientesse deben colocar cerraduras.
Las serpientes son incapaces de regular por sí mismas su temperatura. Ésta se regulará de acuerdo al lugar de origen del ejemplar que decidamos mantener en el terrario, respetando los promedios de temperatura para el día y para la noche. Los terrarios para serpientes deberán ofrecer dos zonas fundamentales: una fría y una caliente. Para la fría bastará dejar un lado del terrario a temperatura ambiente; mientras que en la caliente aplicaremos el calor artificial que producen focos, lámparas de cerámica, placas térmicas y paneles de calor, siempre evitando que se quemen.
Los terrarios pueden ser de madera si la serpiente es de desierto y no requiere mucha humedad, pero si la especie requiere de mucha humedad, lo ideal es el cristal, el plástico o pvc y el acrílico.
Antes de elegir el sustrato debemos de investigar cuál requiere nuestra serpiente, ya que hay algunos que resultan tóxicos para ciertas especies. Para evitar hongos y bacterias dentro del terrario, la limpieza cotidiana del sustrato es fundamental.
Para alcanzar la humedad deseada se puede aspersar, instalar sistemas de rocío, introducir plantas naturales y colocar un platón de agua que le servirá a la serpiente tanto para beber como para refrescarse. 
No será necesario ningún tipo de iluminación en especial. Bastará con tenerlas en un cuarto iluminado, al lado de una ventana. Es siempre recomendable que a diario estén sometidas a periodos de luz y oscuridad.

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