Precauciones en el manejo de una salamandra

Hay que tener en cuenta que los aceites de nuestra piel son nocivos para algunos de ellos, mientras que algunas especies tienen sustancias tóxicas sobre su piel que causan gran irritación en nuestras mucosas. Si quieres cogerla, lava tus manos con jabón, acláralas con abundante agua para que no queden restos y toma la salamandra con las manos húmedas. Ten cuidado porque la cola se desprende fácilmente y, si bien vuelve a crecer, la nueva es más fibrosa, corta y menos colorida.
Por último ten en cuenta que su piel es muy permeable y sensible, por lo tanto aclara bien el vivario antes de reintroducir a las salamandras después del lavado y no uses desinfectantes que puedan resultar tóxicos. Si tienes que lavar heridas no utilices yodo ni iodopovidona; en cambio puedes aplicar cloruro de benzalconio, que es un desinfectante muy suave que se utiliza para niños.

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